
Kathleen Martínez es una joven arqueóloga de la República Dominicana que ha trabajado durante tres años sobre una árida colina con vistas a la autopista que conecta la costa con la Jamahiriya Alejandría frontera. Según el Consejo Supremo Egipcio de Antigüedades, es aquí, en un lugar conocido como Abusir, que la tumba de Marc Antony y Cleopatra puede ser localizado.
Martínez me encontré en una tumba llena de polvo los huesos en la excavación. Ella me contó que, como una chica, ella escuchó en un debate académico en la biblioteca de su padre acerca de Cleopatra.
"Ellos se habla muy mal de ella y sobre su imagen", recordó. "Tengo muy molesto. Dije que no cree lo que dicen, que tenía que estudiar más sobre ella."
Martínez pasó a ganar un título de derecho, pero sigue siendo fascinados por la historia de Cleopatra. Hace cuatro años, logró convencer a Zahi Hawass, el incansable director del Consejo Supremo Egipcio de Antigüedades, que le permiten iniciar la excavación en Abusir.
Su fascinación con - y admiración por - Cleopatra es intensa. La última reina del Antiguo Egipto, me dijo, "hablaba nueve idiomas, fue un filósofo, fue un poeta, fue un político, era una diosa, y fue un guerrero."
En resumen, considera Martínez, Cleopatra era una mujer muy por delante de su época.
Y dado que la historia es escrita por los vencedores - en el caso de Cleopatra, los romanos - la prensa fue algo menos de forma gratuita. Se trata de "mala propaganda", en palabras de Martínez. Por esa razón, me dijo, "Quiero ser el abogado de Cleopatra".



