Ya el cuerpo no es el templo (el lugar del límite). Las avenidas que se curvan en su planicie oral y desmedida hacia la lengua. La piel templada y luego trémula, que arde en la caja china. El objeto morboso y deseado que ansían las manos que tiemblan. La llama múltiple, llena de orificios múltiples infinitos y calientes, donde se esconde y crece el alma, la vida o el agua, donde Sally Rodríguez oficia y convoca todas las entidades del poema, de la llama o de la luz. Poesía del cuerpo y del deseo, La llama insomne es una ventana que se niega y reafirma en el vasto mundo del poema. Un libro que se entrega sin melindres, desnudo a toda luz.
2 comentarios:
es una poeta llena de pasion y entrega, y me parece tan libre porque sencillamente se deja ser. una cosa mi hijo y que tantos blogs es que tu tienes y ese otro que sirve de enlace a este... Gracias por compartirme esta entrada me ha encantado, ya habia leido algo de ella hace un tiempo.
Una verdadera artista, yo orgullosa de conocerla y ser testimonio de sus habilidades. Agradecida de su grandeza, humanidad y humilde encanto.
Bendiciones,
Doris Alba
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